domingo, 26 de noviembre de 2017

SUPERFICIALISMO

“Le otorgamos el mundo a un cuerpo y un rostro bonito, ignorando lo que podrían encerrar”

EL LIDER

"Es curioso. Tantas razones para sentirte mal, y la única que reina es solo la que te hace feliz"



AUTENTICIDAD

"Solo un pobre sabe como tener un buen corazón. Con dinero, cualquiera puede ser solidario"

EL DETALLE

"El caos atraerá el cambio cuando por su causa, alguien cometa un error"

CONCEPTOS

"Es más creíble un ignorante que tiene don de palabra, que un ininteligible que posee toda la razón"

LA INSISTENCIA

"Deja de intentar ganar todas las batallas cuando sabes que no te corresponde la victoria"

viernes, 24 de noviembre de 2017

CALIDAD

 “Nuestra forma de ser depende del material de construcción que le aportemos a nuestra mente”


sábado, 18 de noviembre de 2017

jueves, 16 de noviembre de 2017

PARTE CULPABLE

“Si formas parte de esta nación la cual forma parte de este mundo, te convierte en cómplice de todo lo que ocurre”

jueves, 2 de noviembre de 2017

HISTORIAS CORTAS: Separados Por Una Ideología (Parte 2)

     Hoy he salido de casa a las once de la mañana para poder ver a Láurel, una chica que conocí hace poco, y lo cierto es que me gusta. Ahora me río porque hace unos días, Cuzca, una compañera suya y a la vez amiga mía, me dijo que me gustaban todas, porque en un tiempo atrás me sentí atraído por otra dentro de sus círculos sociales. Pero bueno, le dije que me guardara el secreto, aunque siendo como soy con Láurel, sería raro que no se diera cuenta ella sola.
      Al querer sacar la bicicleta del garaje, pisé con la rueda de atrás un clavo que sobresalía de una tabla que se encontraba tirada en el suelo, pinchándola.
     Le había dicho a Láurel ayer por la noche, que a ver si la iba a visitar hoy, no se lo prometí, pero quería verla, y fui caminando. Al llegar a la pequeña ciudad, y estando cerca de donde Láurel se encontraba, escuché a lo lejos una voz que me llamaba.
     — ¡Jhon…Jhon!
     Miré a la fuente del sonido, y la vi, era Mandy. Hacía tiempo que no la veía.
     Con señas le indiqué que iba hasta donde ella, y di media vuelta. Crucé el paso de peatones de la carretera y a medida que me acercaba a Mandy, mi rostro iba cambiando a un estado más alegre, sin embargo, algo era diferente, ya no me sentía preso de lo que fuera que sentí por ella tiempo atrás.
     — ¿Qué haces por aquí, Mandy? —Le dije en cuanto me situé en frente suya.
     —Ahora trabajo aquí —respondió en la entrada de una cervecería.
     —Es genial, ahora podré verte más a menudo.
     Ambos sonreímos.
     —Iba a venir con la bicicleta, —continué— pero se me pinchó al sacarla del garaje y tuve que venir andando.
     — ¡Oh! —Exclamó entre risas— y con el frio que hace.
     —Pero si no hace frio —negué— eres tú, que estás destemplada. —reímos nuevamente.
     —Bueno —proseguí— debo irme, pero si estás aquí después, vengo a visitarte otra vez.
     —Termino a las seis.
     —Perfecto, entonces voy a venir, pero antes, voy a darte dos besos.
     Ella sonrió y asintió. Luego, me fui al lugar en donde se encontraba Láurel. Hablé con ella y entre una cosa y otra el tiempo pasó muy rápido, hasta que decidí irme y regresar con Mandy.
     —Hola. —Le dije sonriendo al entrar en la cervecería.
     —Hola corazón —contestó.
     Después de los formalismos y pedirle una infusión de menta poleo, hablamos.
     Hablamos mucho y de muchas cosas; de cómo ser feliz, de la amistad, de no dejarse influenciar por nadie, de no creer lo que las masas dicen e inventan, de apartarte de la gente tóxica que hacen más caso de lo que los demás dicen que creer en la persona que según ella es su amiga y aun por encima después critica… pero de lo que importaba en esta historia, se habló poco o casi nada, no dejé que surgiera. El motivo es un poco triste, y es que el sentimiento que se forjó hacia ella hace un tiempo atrás, no estaba, es como si se hubiera desvanecido. No obstante, al hablar con ella, he comprendido que tengo en mi vida algo más valioso y que no deseo perder por nada del mundo, porque ya no la quiero por cómo la quise, ahora la quiero por ser lo que somos¸ amigos.