domingo, 29 de julio de 2018

Por Todo Lo Que Hicímos


Por observar tus ojos y contemplar tu cara.
Por ofrecerme esa sonrisa cuando sale el alba.
Por darme todo ese esplendor que emite tu mirada,
y regalarme esa voz al pronunciar palabra.
Por todas las mañanas cuando me desvelas.
Por todos esos sueños de noches eternas.
Por darme esos besos al salir el sol,
y con la luna llena abrazando mi corazón.
Por un millón de cosas que me quieres conceder.
Por una sola norma y es el tratarte bien.
Por no abusar de ti por culpa del poder.
Con esa normativa ya no tendrás que temer.
Porque sé que eres la única que siempre me comprende.
Por protegerme cuando tengo de frente a la muerte.
Por darme esa existencia a la orilla de ti,
y sacarme del abismo para privarme morir.

Por tus caricias suaves que me hacen despertar.
Por contemplar de nuevo tu coraza de cristal.
Por el calor que prometiste con tu cuerpo desvestido,
y por haberme prometido un lugar bajo tu ombligo.
Por la sombra que proyectas en mi cuerpo aprisionado.
Por la agradable sonrisa que siempre estoy esperando.
Por los poros de tu piel, en los que recorro a nado,
y hasta el final de los tiempos quiero que estés a mi lado.
Por mi tierra pura y bella eternamente inmortal.
Por la lluvia que embellece tu vértice al acampar.
Por  ese talento que demuestras al andar,
y esa perfección con tu mirada hacia atrás.
Por tu yerma pradera en donde descansar.
Por ese movimiento que a veces me hace temblar.
Por tu gran intimidad, que considero hermosa,
y aunque no crea en Dios, sé que tú eres mi Diosa.

Por todos los momentos que estuviste conmigo.
Por todas esas veces que lograba estar contigo.
Por no culparme cuando cometía mil errores,
 y compartir sonrisas, sentimientos y emociones.
Por no dejarme solo concediéndome tu mano.
Por toda esa fricción que tuvimos en verano.
Por muchos de esos retos que queríamos perder,
y de ese modo someternos disfrutando del placer.
   Por el sudor de nuestro cuerpo que llegó con la lujuria.
Por el fuego, por el mar y con toda esa furia.
Por la distancia que algún día nos iba a separar,
y la luz que iluminaste el camino Oscuridad.
Por concederme esa ofrenda muchas tardes en secreto.
Por confiar en mí, perdonando mis defectos.
Por los paseos agradables que acostumbrábamos dar,
y las nubes tormentosas pensando en espiar.

Por tu atrayente ser, siempre me hipnotizaba.
Por tus suaves manos que mí bello erizaba.
Por las veces que jugamos a aguantar la mirada,
y esas otras veces que nos reíamos por nada.
Por el agua compartida que solíamos tener.
Por el ansia de bailar, incluso de correr.
Por las heridas hechas que pudimos curar,
y con afecto más pasión pudo cicatrizar.
Por el tiempo que despacio se nos iba terminando.
Por todo ese miedo que nos iba apoderando.
 Por todas esas risas que nos hacía llorar,
y lloramos el día que no pudimos evitar.
Por la felicidad que nunca olvidaré.
Por toda tu bondad que siempre recordaré.
Por el último beso que aún sigo sintiendo,
y hasta el día que me muera te seguiré queriendo.

Tú sabes que te quiero pues siempre te fui sincero.
Me da igual lo que me ofrezcan aunque sea el mundo entero.
Tú me diste un don, no solo el respirar,
porque en mi surgió el poder amar.
Contigo viviré inclusive si no tengo hogar,
puesto que tú a mí me cobijas preservando mi moral.
Si tú te vas de aquí, esto se acabará,
y te puedo asegurar que todo será el final.


jueves, 12 de julio de 2018

EL ABANDONO NOCTURNO


  «Hace mucho tiempo que nuestra vida ha dejado de ser lo que era. 

Abandonamos un mundo maravilloso al descubrir que podíamos subir un escalón más, ignorando que a medida que nos acercábamos a las estrellas, más difícil sería avanzar.
Ahora todo se derrumba.
Solo vemos el día para cumplir nuestras implantadas obligaciones. Solo vemos la noche para salir y divertirnos o descansar con el motivo de seguir con la rutina del día después. No nos damos cuenta de lo majestuoso, del cual formamos parte.
Mas, si queremos volver a recordarlo, volver a la armonía del origen; echemos un vistazo al cielo cuando la vida se deje ver al esconderse el sol. Escuchemos el sonido de la noche y sintamos su tranquilidad en nuestros corazones. Porque siempre ha estado ahí cuidando de nosotros, solo que lo hemos olvidado.
En este mundo somos los únicos que han alterado el juego, quebrantado el código de honor, no demos más razones de expulsión.
De esa forma, descubriremos de verdad el significado de la vida»



martes, 10 de julio de 2018