No sé. Creo que aun
seguimos siendo, o al menos la gran mayoría, el reflejo de las ideologías de la
sociedad que existió en nuestra infancia. Eso nos ha convertido en lo que somos
hoy en día. Ahora, esas percepciones se han aferrado cada vez más a nosotros y
cuanto más pase el tiempo, más lo seguirán haciendo, impidiéndonos reflexionar
con claridad y acercándonos con lentitud a una era más oscura. Aunque por
avance, evolución e incluso ciertos errores se observen cambios positivos, la celeridad
con la que emergen no es suficiente para que todo cicatrice. Tal vez estemos aquí
de prueba, y si es así, no importa que nos autodestruyamos, eso significaría
que no estamos preparados para convivir juntos. Lo que si importa es el impacto
hacia lo restante, el cual no dejamos que fluya por su curso natural, sino que
lo forzamos, alteramos y transformamos en lo que más nos favorece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario